Ser un discípulo de Cristo es vivir una vida de obediencia a aquel que Dios su vida por nosotros es decir a Jesucristo.
A través del discipulado conocemos más acerca de Dios de quien Él es, y de su plan maravilloso para nuestra vida.
A la vez también cumplimos con el mandato del Señor Jesús de hacer discípulos a las naciones.
La palabra de Dios nos dice que Dios es glorificado cuando llevamos fruto y cuando elegimos ser sus discípulos.
Juan 15:8 “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.